Marcelo Meza Escritor: Un país Gobernado por mujeres

Un país gobernado por mujeres
Crónica de una profecía

_____________________ Por Marcelo Meza

Era el invierno cósmico del año 1999 cuando una idea rectángula golpeó mi cabeza. Fue las imágenes del tormento de cierta conjetura apocalíptica en que la mujer soportaría el rol más alto que pudiera alcanzar en la decisión del destino del país. Es así que la mujer gobernaría una nación como la nuestra, creciendo en potencia continental, aspirando a planetaria.

Imperio alzado por un grupo de muchachas libre de cualquier torpe improvisación.
Licenciando a la ficción se me antojó que el grupo de los RADINISTAS golpearía todo intento hegemónico en el poder aumentado de las damas. Hoy, 29 de octubre de 2007, miro en retrospectiva esos nueve años sin ahorrarme el crecimiento de esta obra amorfa y el sufrimiento de cada uno de los procesos del país. El grueso de la obra fue escrita en esos días entre el 1999 y principios del 2000; modificado y ampliado en 2005, y aún seguirá cambiando. Se trata de “Argentania, paraíso de mujeres”.

Una impotencia mía de fatídica incorrección (nueve años suele ser un periodo prudencial) Justificó el fracaso de cualquier edición antes que estos acontecimientos importantes se abalanzaran estrepitosamente sobre el escenario argentino, participándonos en una nueva página en la historia. Inaugural antecedente de pro mujeres argentas coacciona de inspiración necesaria como lo fue: Juana Azurduy (1780-1862) 1, Manuela Pedraza 1b, Mariquita Sánchez de Thomsom (1786-1868) 2, Juana Manso (1817-1875) 3, Cecilia Grierson (1859-1934) 4, Encarnación Escurra (1795-1838) 5, Alicia Moreau de Justo (1885-1986) 6, María Eva Duarte de Perón (1919-1952) 7, como lo hicieran y lo siguen haciendo las abuelas y madres de plaza de mayo, dignas representantes de una lucha pacifista en reclamos de la vida, y tantas otras damas co-fundantes de la patria, que supieron abrirse camino con carácter y resolución, en la época que cada una le toco vivir. Suficiente alquimia, entonces, para reforzar un caldo de cultivo ideal que iniciara dos frentes opuestos entre hechos concretos indiscutibles y el desarrollo de la ficción de una historia que nunca pretendió asociarse con la realidad, sino consolidarse en una perspectiva fantástica, de la mano de la ciencia ficción.

En solo diez años se sucede una demasía de complejidades que ponen patas arriba al país. Andando y desandando la historia entre hegemonías implacables, dictaduras democráticas, crisis, golpes económicos, y un sinfín de situaciones políticas, sociales y macroeconómicas, sacudiéndola una y otra vez sin pausa y a toda marcha, en tan solo una década. Paradoja de la imaginación. El tiempo de Argentania es a 500 años en el futuro. Pero este ingenuo cronista jamás hubo percatado que la historia en sus manos sería una obra de carácter fantástico, superada en su ausencia por el reflejo de la realidad, y que en esa probidad en la que en ella pesa demasiado fundaría una anacronía sugestiva corrompiendo toda coherencia.

Esta última década se encuentra plagada de señales. El lunes 28 de noviembre de 2005 asume como la primer ministra de economía en Argentina, quién también fuera la primer mujer en dirigir el Banco Nación 8. Señales. En las elecciones presidenciales de Chile, del 11 de diciembre, Bachelet se impone a los otros tres candidatos presidenciales, obteniendo el 45.95% de los votos, 20 puntos más que su contendor más cercano. Un mes después, el 15 de enero de 2006, en segunda vuelta electoral y con el 53.49% de la votación nacional, se convierte en la primera mujer electa Presidenta en la historia republicana del país vecino 9.

El cacerolazo de 2001 es otra señal importante. Había descontrol social, la clase media indignada, la obrera embrutecida a latigazo económico. Injusticias.

Ayer se me ha ido la sonrisa al ser testigo, como todos mis compatriotas, del resultado de los comicios presidenciales. Hoy, 29 de octubre de 2007, cuando concluyen las elecciones presidenciales en argentina hay un nuevo presidente y es mujer. La senadora por el Frente para la Victoria, Cristina Fernández de Kirchner pasó de primera dama a ocupar el sillón presidencial y ejercerá su mandato a partir del 10 de diciembre 10. La misma se impone en las elecciones presidenciales argentinas al obtener 44,87 por ciento de los votos, de acuerdo con los resultados oficiales preliminares ofrecidos por la Dirección Nacional Electoral. Pero hace más de diez años que una diputada nacional, señora regordeta y de carácter fuerte, elevara su voz de trueno, reverberando en su cruz colgante del cuello un peso en su pecho como símbolo denunciante y una boca que dice grandes cosas, trabajando incansablemente por un frente alternativo. En una especie de rol de Juana de arco y Juan Bautista sombrío, allanará el camino de su oponente oficialista. Hoy es el segundo poder elegido por los votos del pueblo, me refiero a la señora Elisa Carrió. Diré en mis escritos que hay dos poderes enfrentados, dos clanes entre las mujeres. Ordenes contrarias se unirían. Por un lado las RESANIS, mujeres gorditas, aguerridas, militares y militantes de las causas más terribles y grandes científicas. Por el otro, LA ORDEN NAVIANA, la realeza. El gen supremo, cargando la belleza elástica de las mujeres esbeltas y brillantes así como el don del pragmatismo y el liderazgo. Estadistas, pensadoras y comandantes fundarían su propia orden de reinas. Estos dos poderes separados serían temibles, unidos: invencibles. ¿Coincidencias? La idea sería asimilada en todo el planeta.

El entusiasmo empaña la lente de mi cordura. Quizás sea un error provocar al tiempo haciendo ‘palabra’ estas maquinaciones inconexas. A veces no recuerdo si lo soñé o fui testigo directo de estos acontecimientos. Ahora me creerán. Está a la vista de todos. En las pantallas de sus casas, en los diarios del mundo. Estos dos poderes por una época serán oposición. Cada uno dejará en la historia una marca con su rouge. Una erradicará la mortandad infantil, la otra mejorará la ciencia nacional dando de hablar al mundo sobre sus avances. Algo sabe a hueco y a hiel, y de esa amargura brotarán los odios y estos, vueltos en impotencia, cosecharán envidia, malestar. Golpe certero al machismo regional y a la soberbia globalizada. Pero ya hemos confiado en sus manos todo lo que importa. Desde tediosas tareas indignas de hombres hasta la salud y la enfermería, la educación, las artes, la alimentación, ciertas ciencias duras, la economía en los hogares y su administración. Nuestras mujeres no duermen más. Y este cambio es inevitable.

Aunque no todo es política en esta joven prematura Argentania, porque la ciencia y la cultura sigue dando brillantes nombres de damas al patrimonio nacional, se deslizan soslayos de traiciones malolientes a cada paso.

Sobrevuelan interrogantes como aves de rapiña. ¿Hemos asumido la derrota del género o solo es impotencia tácita y tajante? ¿Asumiremos el cobijo maternal, “la teta buena” que nos exige amor incondicional o solo estamos en vísperas de un poder aguerrido y feroz, disfrazado de curvatura senoide? No hay derrota en los varones ni resignación. No la va a haber. Sin embargo, debería existir un gesto digno de respeto. Hay, si, en la mitad más uno del pueblo una nueva conciencia despojada del aburrimiento de modelos arcaicos y una alienación. Porque después de cambiar figuritas, qué.

Un ingenuo prólogo de este inédito libro maldito hostigaba a las mujeres del poder, sin ahorrar en ironía, librándolas a buena suerte. Debo comerme mis palabras. Esa bufonada machista era tan imbécil como cruda es la realidad.

No voy a contar más de ARGENTANIA, Paraíso de mujeres, porque mucho de lo que convive frente a nuestros ojos es parte del circo de la obra. Pero ¿Quién comprende objetivamente el presente de la realidad de su país? Y no seré yo un alcahuete del destino. Ni siquiera un cronista de tercera línea, que relata goles pasados escribiendo notas imposibles sobre motivos arcaicos.

Una vez más siento un temblor de habérseme escapado la ganga, la gran oportunidad, la bicoca, lo que hace la diferencia para dar el salto, la buena. Para sobresalir y que alguien recuerde mi nombre alguna vez.

Sin rencores con el destino cierro esta crónica inútil con el fin de ilusionar a unos distraídos y piadosos editores que no tiemblen de equivocarse, animándose a editar a un nadie, que hace nueve años engendró una obra. No es limosna, señores. Nos haremos ricos, porque más pobres: imposible. Y les aseguro que en 500 años de historia de ficción la realidad me dará un pequeño respiro para que el futuro lector de la novela le quede algo de que sorprenderse antes de la explosión final.

Señoras y señores. Compatriotas y conciudadanos, yo deseaba otro prólogo. Me temo que la inquieta realidad argentina se ha adelantado a mis posibilidades, durmiéndose cruelmente. Entonces, hete aquí “ARGENTANIA, paraíso de mujeres” (Obra inédita) Salud a un nuevo poder que comienza.
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Marcelo Meza – 2007 © todos los derechos reservados
ilustración: Luis Royo

1. Juana Azurduy de Padilla. (Chuquisaca, Virreinato del Río de la Plata, Alto Perú, actual Bolivia; 12 de julio de 1780 – Salta, Argentina; 25 de mayo de 1862) http://www.rebelion.org/mujer/040528ocampo.htm
1b. http://www.saber.golwen.com.ar/pedra.htm